La TAES® Técnica de Activación de la Energía Sexual es creación de la Dra. María Gabriela Santini Vila, resultado de la integración sobre el conocimiento del cuerpo físico y el cuerpo energético. Está basada en 3 principios:
Una sesión de TAES® comienza con una entrevista con el paciente en la cual se explora el camino espiritual, un poco sobre la sexualidad y algo de las expectativas. Esta primera parte corresponde al trabajo mental o activación de la parte Yang. Tiene una duración de aproximadamente 30 minutos. La segunda parte es el trabajo corporal o activación de la parte Yin. Tiene una duración aproximada de 45 minutos. La técnica corporal se realiza con el paciente sobre la camilla, vestido. Se trabaja desde la cabeza hasta los pies en sentido descendente porque así se abren los vórtices de energía o chakras para facilitar el flujo de energía. Se combina el tacto fuerte con el tacto suave con la finalidad de integrar un tacto Yin o femenino, suave, que invita a la entrega y un tacto Yang o fuerte que invita a la activación. Se acaricia el cuerpo de energía con movimientos suaves para facilitar la transición entre lo físico y lo no físico. Esto quiere decir que trabajamos con la interfase entre lo material y lo sutil. En este proceso de ascensión tenemos que suavizar la transición entre la materia densa y el cuerpo sutil que es muy marcada. La caricia suave del cuerpo físico y la caricia suave del cuerpo de energía ayudan a facilitar esa transición. Se invita al paciente a respirar con placer, respirar haciendo sonido o vibrando de manera que ayude a la apertura del chakra del corazón. En algunos casos en el transcurso de la sesión el paciente irá entrando en un estado de respiración automática en que en vez de él respirar, es “respirado”. El terapeuta debe tener integrada la frecuencia de Amor y Éxtasis que está canalizando. Esto se debe a que el terapeuta en realidad es un diapasón. Un instrumento de afinación. La frecuencia vibracional del terapeuta será transmitida al paciente que recibe la sesión. Si el terapeuta no ha trabajado su sexualidad y tiene conflictos con el placer, o el terapeuta está aún en una energía de lujuria, o no ha despertado la energía orgásmica en si mismo, el paciente recibirá esa misma frecuencia vibracional y tendrá poco avance en su proceso de activación de la energía sexual. Por esa razón es que para ser un terapeuta que trabaje con la TAES® la persona tiene que haber trabajado su sexualidad y haber experimentado en si mismo la activación de la energía orgásmica consciente. El efecto de esta técnica es como el de muchas terapias actuales, de acelerar el proceso evolutivo. La técnica permite a la persona ponerse en contacto con la entrega, la rendición, el solo recibir, además de sentir en su cuerpo el movimiento de corrientes de energía que se perciben diferente a la energía que se despierta con otras terapias. La mezcla de placer, el permiso de que sea experimentada con excitación sexual, cambia la programación mental y abre una puerta a un tipo de experiencia prácticamente nueva para todos nosotros. Lo que se vive en la sesión para muchas personas es una novedad absoluta, especialmente para los hombres quienes tienen muy poca experiencia con soltarse, recibir y experimentar placer en un contexto no sexual. Se puede resumir el efecto del TAES® de la siguiente forma:
1) Permite experimentar la rendición total a la experiencia de placer, lo cual es una actuación de nuestro lado Yin o lado femenino (en hombre y mujer).
2) El poder rendirse sin necesidad de defenderse o de actuar, permite integrar la “confianza” lo cual es fundamental para la evolución del espíritu. Es el miedo y la desconfianza lo que más nos frena en nuestro proceso de crecimiento, porque nos inhibe de tomar riesgos y abrir el corazón.
3) Al trabajar en la interfase entre lo físico y lo no físico favorece la transición de la materia densa al cuerpo sutil.
4) La respiración con placer, vocalizando y exhalando desde el pecho ayuda a abrir el corazón físicamente, lo cual se traduce en una potenciación del efecto de entregarse, facilitando la integración de la confianza. Además, cuando el paciente cambia de respirar conscientemente a ser “respirado” experimenta en este plano la Verdad de que somos eternamente creados por algo más grande que nosotros, que somos nosotros mismos. Esto es un Misterio (y como Misterio no puede ser explicado sino vivido) y la persona lo contacta cuando entra en ese estado de ser “respirado”.
5) Abre los canales para un mayor flujo de energía en el cuerpo. Toda la energía que se mueve en nuestro cuerpo es energía sexual, que es la energía de vida o Fuerza de Luz que nos anima. La diferencia entre la TAES® y otros tipos de terapia con energía es que se permite a la persona sentir excitación sexual en un espacio de seguridad y aceptación, lo cual hace posible al cerebro integrar que todo movimiento de energía es sensual, erótico y produce placer.
6) A partir del trabajo constante con la TAES® la persona puede desarrollar la capacidad de sentir “orgasmos energéticos” con cualquier experiencia de movimiento de energía, como puede ser el baile, la vibración con cuencos, el yoga, la acupuntura. Lo que hace la TAES® es permitir al cerebro integrar que la experiencia de la energía es de placer.
7) Mejora la vida sexual de la persona, ya que la reconcilia con el concepto de que el placer es bueno, es sano, es espontáneo, natural y es nuestra naturaleza. Algunas personas logran integrar la experiencia de la energía de placer que se produce con la técnica en su vida sexual.
8) Reprograma todas las células del cuerpo con la experiencia de Amor Incondicional. El cuerpo recibe un estímulo de Amor y Placer que hace vibrar a las células en una frecuencia que ellas reconocen, ya que todo el universo está hecho de partículas de Amor. El toque de Amor a las partículas que crean este cuerpo físico les recuerda que ellas son Amor, funcionando como una reprogramación y permitiendo que la esencia del Ser que es Amor pueda expresarse cada vez más.
Esta técnica debe recibirse al menos 2 veces. Una vez para trabajar el cuerpo boca arriba y una vez para trabajar el cuerpo boca abajo. Pero no hay límite al máximo de veces que se puede recibir. Todo dependerá de la decisión personal del paciente, quien evaluará de acuerdo a su experiencia si la técnica es útil para él y si desea seguir explorando. En sesiones más avanzadas, el paciente deja de ser un ente pasivo y pasa a participar activamente. Se le va guiando en visualizaciones con la energía, respiración y movimiento para que vaya manejando cada vez mayor intensidad energética. En este momento de nuestra evolución estamos comenzando a hacernos conscientes de que toda la energía en nuestro cuerpo es sexual y que es necesario que fluya abundante y libre por nuestro cuerpo. Por esa razón intuitivamente sentimos deseo de sanar los pendientes con la sexualidad, de disfrutar más intensamente nuestra sexualidad y de activarnos. La TAES® es una herramienta que ayuda a activar la energía sexual y a integrarla conscientemente, ya que ella se mueve permanentemente por nosotros pero no la percibimos como excitante o placentera, y esa es nuestra naturaleza y hacia allá nos estamos moviendo. La otra forma de trabajar para esta activación es aprendiendo sobre la sexualidad y poniendo en práctica consejos y ejercicios sencillos. La Escuela de Sexualidad y Espiritualidad fue creada para ayudar en informar, educar y facilitar este proceso de activación de la energía sexual. Para más información sobre Talleres, Cursos y sesiones de TAES® puede ponerse en contacto con:
Dra. María Gabriela Santini Vila Médico Fisiatra. Medicina Biológica. Terapias de Energía. Directora de la Escuela de Sexualidad y Espiritualidad e-mail: sexoyespiritu@gmail.com
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